viernes, 17 de mayo de 2013

Silvidito de amanecer.


Déjame verte un ratito más,
Déjame apreciarte en silencio,
Déjame amarte a oscuras,
Déjame contemplar tu quietud,
Deja mis dedos entre tu pelo,
Y deja que te goce un ratito más
Mientras dejo que nuestros pechos se fusionen.
Déjame respirar tu aliento.
Deja que nuestras almas se amen.
Déjame ser tu piel,
Para estar juntito a ti.
Déjame hacerte y ser,
Déjame deshacerme junto a ti.
Deja que el amor nos haga.
Pero por favor
Deja de ser un extraño detrás del monitor.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Recuerdos de espuma de mar I


“Quiero quitarme este dolor, ¿Dónde venderán esas pastillas?”


Recuerdo vagamente ese día (después de todo, aquello fue hace años, cuando yo era aún más joven) solo recuerdo lo más bonito, tal vez porque mi cerebro decidió descartar lo poco agradable, o lo aburrido.


Recuerdo con exactitud su cabello, brillaba con el sol, traía una boina, pero aun así el viento lograba despeinar sus largos cabellos que caían por fuera de la boina. Sus ojos, ¡MADRE MÍA! No recuerdo haber visto unos ojos más brillantes, profundos y verdes, en ese momento pensé: “Alguien con los ojos tan verdes no puede mentir”


Recuerdo también sus manos, delgadas, un poco nerviosas, inquietas, con olor a humo en la punta de los dedos, los cuales acompañaban sus palabras con movimientos inquietos.


¡¿Y COMO OLVIDAR SU VOZ?! Tenía cierta paz que acompañaba cada palabra, su risa, su respiración, todo parecía pre-meditado...